Héctor Pérez Tovar
Miguel no es responsable de la derrota, pero tiene parte de culpa. Bastaba un abrazo para la foto (aunque fuese fingido) y un par de apariciones fugaces en caravanas. El resto lo hacia el marketing. Hoy todo fuera diferente, para él y quizás para el PRD. La derrota no es culpa toda de Hipólito, pero tiene buena parte, algunos pronunciamientos y declaraciones fueron contraproducentes.
El equipo de estrategia no tiene toda la culpa, pero sí parte de ella. La publicidad no fue del todo efectiva, la comunicación no fue del todo eficiente. Hubo errores, prepotencia y triunfalismo.
Por falta de recursos o por ineficiencia, la promoción fue pobre. Hubo un gran vacío, no solo comparativamente (que es entendible) sino también en términos absolutos.
En el 2008 Miguel pactó con reformistas y en el 2009 y 2011 con Leonel. ¿Cómo se entiende que en el 2012, no pactara con Hipólito? Rencor y política no son compatibles
En el 2004 Hipólito expulsó a Hatuey, quien mandó a votar por el diablo antes que por Hipólito y fue a la tumba de Peña a entregarle la derrota. Hipólito buscó a Hatuey y pactaron, (sin rencores). ¿Por qué no hizo lo mismo con Miguel? Pragmatismo y realidades van de la mano, y el block de hielo va en la cabeza.
Hipólito y Miguel tienen sus culpas.
Pero el responsable de la derrota del PRD fue el PLD, y la compra de cédulas denunciada por los observadores de la OEA, y la apabullante inversión de fondos públicos; la participación del presidente en campaña, como indican los observadores en sus informes, la participación de los estamentos militares y policiales el 20 de mayo, y la presión mediática. En fin, fue el Poder, (además de los errores).
Que cada quien cargue su cruz, pero si llega la división que también cada quien se encasquete la suya.
Muchos perredeistas están en reflexión (ni con uno ni con otro), porque nadie quiere la fragmentación del PRD… perdón, el PLD sí.
Santo Domingo, R.D., sabado, 30 de junio de 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario