lunes, 2 de julio de 2012

¿Barbas en remojo?



Violeta Yangüela 

En abril del 2005, con el voto de 60 de los 62 congresistas presentes,  el parlamento de Ecuador decidió sustituir de sus funciones al presidente constitucional Lucio Gutiérrez  por el incumplimiento del artículo 167 de la Constitución vigente en ese momento. El presidente Gutiérrez  había emitido un decreto para remover el Tribunal Superior Electoral y la Corte Suprema. El vicepresidente Alfredo Palacio es nombrado presidente. Y el actual presidente Rafael Correa, asesor económico de la vicepresidencia  es nombrado Ministro de Economía. 

De acuerdo al  informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) se establece que el detonante de la crisis se produjo por la remoción de los jueces de la Corte Suprema promovida por el presidente. No hubo expulsión de Ecuador de la OEA y Lucio Gutiérrez sale de Ecuador de la Embajada de Brasil.

Manuel Zelaya.

En el 2009 Manuel Zelaya, presidente de Honduras promueve una consulta popular con el propósito de reformar la Constitución de manera que le permitiera su reelección a pesar de la prohibición establecida por la ley hondureña. El Tribunal Supremo Electoral, la Fiscalía General, la Corte Suprema y el Congreso  declaran ilegal la consulta presidencial. Zelaya insiste y es sacado a la fuerza de su residencia cumpliendo órdenes del Tribunal Supremo.  Es detenido y expulsado del país. El presidente del Congreso Nacional es nombrado Presidente de Honduras. La Organización de Estados Americanos (OEA) con la aprobación de 33 votos a favor emite una resolución de suspender la pertenencia de Honduras a dicho organismo.

En el 2012 le toca a Fernando Lugo, el padrote de la Patria de Paraguay. En total, 39 de los 43 senadores presentes votaron a favor de la destitución de su cargo de presidente de Paraguay. Dice Lugo que “es un golpe de Estado parlamentario en el que los argumentos para un juicio político no tienen ningún valor”. Fernando Lugo permanece en Paraguay.

El vicepresidente, ahora nuevo presidente, Federico Franco, afirma que “no ha habido un golpe de Estado y sí un respeto irrestricto a las leyes que permiten hacer un cambio cuando la situación se produce inviable”.  Toma prestadas las palabras del fundador de la patria dominicana, Juan Pablo Duarte para decir: “Paraguay es soberano, libre e independiente”.

Fernando Lugo.

Ahora le llaman golpe de Estado parlamentario. ¿Se puede saber para qué incluir en la Constitución el juicio político parlamentario de los presidentes electos? ¿No se supone que es el ejercicio del equilibrio de los tres poderes del sistema del estado republicano?

El rechazo a la decisión del Congreso de Paraguay de los gobiernos vecinos no se ha hecho esperar. ¿Acaso  son tiempos de poner las barbas de algunos de los presidentes vecinos en remojo?

Santo Domingo, R.D., lunes, 02 de julio de 2012.

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