Miguel Espaillat Grullón
Rosaura Almonte, conocida comoEsperancita” la menor embarazada que padecía leucemia falleció en la mañana del 17 de agosto, víctima del artículo 37 de la Constitución de la República Dominicana, lo que constituye un feminicidio de Estado, ha declarado a los medios la activista feminista, Sergia Galván.
“A pesar de que el protocolo universal establece interrumpir el embarazo en el estado de deterioro a que la había llevado la leucemia, cosa que no se hizo, por presiones de sectores que impusieron el artículo en contra de la petición de su madre y de amplios grupos de la población”.
Galván siguió explicando, que había conciencia de que el embarazo ponía a Esperancita en alto riesgo, pero "prefirieron arriesgar su vida e imponerle una inmolación al no realizarle el aborto terapéutico".
Sergia Galván.
“Lo que se hizo con Esperancita constituye un acto de tortura, cruel e inhumano. Estamos conmovidas e indignadas, el Estado tiene que responder por la vida de Esperancita y por las potenciales víctimas que seguirá llevándose el artículo 37. Esa muerte no puede quedar impune”, puntualizó Sergia Galván.
En tono similar se ha pronunciado la Academia de Ciencias de la República Dominicana y profesionales independientescon especialidad en ginecología, como Lilliam Fondeur, quien externó que el tratamiento de la adolescente se retrasó porque la Constitución ata a los médicos en casos como estos, al tiempo que puntualizó que el Congreso es responsable de esa situación.
Señaló que todas las madres dominicanas están de luto hoy con la muerte de Esperancita, y sostuvo que un grupo de células no puede estar por encima de la vida humana, refiriéndose al bebé y a la madre.
Manuel Ruiz, cura católico.
Declaró que los médicos no tenían porqué atacar el embarazo, pues la enfermedad era la leucemia, no el embarazo.
El artículo 37 en referencia de la constitución de la República Dominicana promulgada el 26 de enero de 2010, reza así: “El derecho a la vida es inviolable desde la concepción hasta la muerte. No podrá establecerse, pronunciarse ni aplicarse, en ningún caso, la pena de muerte.
Conocido el problema, sus causantes y efectos, pasemos a hacer algunas consideraciones del mismo.
Antes de que en esta constitución se estableciera este absurdo artículo,los hombres y mujeres de ciencia de la República Dominicana se opusieron tajantemente al mismo, argumentando con criterios científicos dicha oposición. Entre estos opositores estuvieron los integrantes de la Academia de Ciencias de la República, y profesionales independientes como sociólogos, psicólogos,psiquiatras, ginecólogos, genetistas, y otros profesionales.
Miguel Vargas / Leonel Fernandez.
Pero entonces sucedió, que los “científicos” del gobierno encabezados por Leonel Fernandez, y de la oposición perredeístas liderados por Miguel Vargas Maldonado, como también por los diputados y senadores “científicos” de todos los partidos, en confabulación con los “científicos” de la Iglesia Católica y sectas evangélicas, lograron imponer el mencionado artículo, que ha llevado la muerte a Esperancita y en lo adelante a otras mujeres más de la masa pobre. Aclaro eso de la masa pobre, porque es sabido que los ricos bien resuelven estos problemas si se presentanen sus familias, viajando a Miami o a Puerto Rico, o en el mismo país, donde amparados por el poder del dinero todo lo consiguen.
Cuandose estaba gestando la incorporación de ese mamotreto jurídico en nuestra Constitución, fui una de las voces que como abogado de la República, junto alos demás sectores progresistas de la nación, clamé por el rechazo de ese artículo; pero que no fuimos oídos. En nuestro país, es algo común no escuchar al pueblo, ni a las personas que en ese momento no sean de la elite del poder en ejercicio. En cambio son muchos los desaprensivos, fanáticos y locos viejos, que perteneciendo o respondiendo a la elite que gobierna en el momento, sus ideas se toman en cuenta, como si fuesen oráculos. Como muestra de lo dicho, está el establecimiento en nuestra constitución del susodicho artículo 37 propuesto e impuesto por los políticos y religiosos, que lo aprobaron, haciendo caso omiso a las opiniones de los hombres de ciencia de la República, en especial de ginecólogos, psiquiatras y psicólogos. Figúrese usted como puede progresar un país, donde pesan más las decisiones de congresistas semi-analfabetos y de religiosos dogmaticos fundamentalistas, que las de sus hombres de ciencias.
Entre los responsables de que ese homicida artículo esté en nuestra Constitución, en primera línea, está Miguel Vargas Maldonado, pues él instruyó a loslegisladores del partido para que aprobasen tal artículo, cuando fue sometido para su conocimiento en las Cámaras por Leonel Fernández.
Antes de este articulo ser incluido en la Carta Magna, fue mucho lo que los científicos sociales y de la medicina anteriormente citados, clamaron por su no aprobación, en todo caso con las argumentaciones científicas de lugar, pero como ya hemos expuesto, la “ciencia” de Miguel Vargas y LeonelFernández, combinadas con la de los obispos, cardenales y dirigentes evangélicos se impusieron como en los mejores tiempos la Edad Media.En este caso delartículo 37, los desatinos y las sinrazones religiosas triunfaron sobre lasrazones con base científica; lo que representa un retroceso a los tiempos de lainquisición, donde los criterios científicos eran descartados al chocar con losdogmas de la fe, donde además quemaban vivos a los hombres que osaren desafiartales dogmas.
En buen derecho, los artífices del artículo 37 en cuestión, sepueden considerar autores intelectuales de de la muerte de esta joven, por lo que vienen a ser homicidas cómplices en este crimen; y su normativa no debe serobedecida, porque una ley solo debe respetarse cuando es justa.
La justificación de esta máxima, tiene raíces en el sentido común, y teórica en la Filosofía del derecho. Rafael Preciado Hernandez, especialista en esta materia lo expresa así:
“La esencia de lo jurídico proviene de un orden socialhumano el cual comprende una técnica y unos fines (positividad y racionalidad) pues como dice Renard todo sistema jurídico es el desenvolvimiento de unafilosofía de vida como técnica que en lo jurídico está sometido a leyes lógicas económicas, sociológicas y biológicas entre otras; y en su aspecto racional está vinculado a la ética y a la moral. Un ley no es mera técnica y un simple enunciado de principios; es una síntesis de estos dos elementos fundamentales, adaptación de una técnica a los fines racionales de la convivencia y supervivencia humana de acuerdo con las exigencias de una sociedad determinada; puesto que la sociedad es cooperación o coordinación de esfuerzos de modo permanente para alcanzar un fin común”.
“El derecho es un objeto real por cuanto constituye un ordende relaciones entre seres reales de acuerdo con sus necesidades ontológicas, no es una ficción.
Rafael Preciado Hernández.
“No está demás insistir que el derecho no es un meroenunciado de principios ni tampoco pura técnica. Proclamar que el derecho y lasleyes son pura técnicas jurídicas y dejar a los políticos, a los funcionarios,a los economistas, a los empresarios, a las iglesias y a los moralistas, elhonor de elegir los fines a los cuales debe servir el Derecho, es claudicar denuestro oficio y de nuestra dignidad. El jurista no es un criado que sirva a los intereses particulares de grupo” (fin de la cita).
Fuente: lecciones de filosofía del derecho, Rafael Preciado Hernandez pagina 266-267 y 271 editora Jus México 1985
Al tenor de estos conceptos filosóficos, como el artículo 37 aludido fue establecido de espaldas a las leyes lógicas y de racionalidad, y por demás, al margen del bienestar común, obviando las exigencias de lasociedad dominicana actual, tan solo para servir a intereses particulares degrupos, el mismo se puede considerar injusto y por lo tanto improcedente, porlo cual no debe respetarse y a los responsable de su creación tenérseles por usurpadores y autores intelectuales de los crímenes, que apoyados en suscreaciones “jurídicas” se cometan.
En consecuencia, apoyado en esa filosofía del derecho antes citada, Miguel Vargas Maldonado, como todos los responsables de la existencia de este articulo 37 en nuestra constitución, vienen a ser autores intelectuales de la muerte de la joven Rosaura Almonte, alias “Esperancita”, porque si ella murió, fue porque los médicos con especialidades, impedidos por este aberrante artículo, no le pudieron practicar el aborto terapéutico que recomendaba la ciencia médica para salvarle la vida.
En conclusión, en ese contexto jurídico de la Filosofía del Derecho, Miguel Vargas Maldonado es uno de los autores intelectuales con mayor culpabilidad en la muerte de Esperancita, puesto que su voluntad fue esencial, categórica y determinante en elestablecimiento de ese artículo homicida.
Gracias a Dios que Miguel Vargas Maldonado no fue ni será Presidente de nuestra República, porque de serlo, sabrá Dios cuantos artículos más haría establecer como método para acabar con nuestras mujeres pobres. Ello no se puede dudar, en la vida han existido todo tipo personas. En 1798 Thomas Malthus propugnaba por el exterminio de todos los pobres; entonces no es de extrañar que hoy, 214 años después este Miguel Vargas quiera acabar con las mujeres pobres de su patria.
Las patologías de la conducta sedan en todos los tiempos.
Para más, todo esto sin olvidarnos de todo el daño que le vendrá al país, por causa de las operaciones de explotación que la Barrick Gold realizará en el Cibao Central, amparadas en un contrato-estafa concedido con el apoyo de este Miguel Vargas, lo que también viene a ser, un método más, para aniquilar a todo el que huela a pobre en esa región. Todos estos son motivos más que suficientes, para mantener la alerta roja con este autor intelectual de homicidios, y coautor de crímenes ecológicos, en este Siglo XXI.
New York, 19 de agosto de 2012
Santo Domingo, R.D., lunes, 20 de agosto de 2012.
http://presenciadigitalrd.blogspot.com/2012/08/miguel-vargas-entre-los-homicidas-de.html
Santo Domingo, R.D., lunes, 20 de agosto de 2012.
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