Danilo Cruz Pichardo
No quiero perder tiempo
sobre lo que diga o no diga Leonel Fernández. Ha sido una constante en
su persona la incomunicación con la población y cuando expone usa un lenguaje
técnico, miente y manipula datos y estadísticas. Nunca admite culpa, es
infalible. Todavía lo sorprenden cometiendo el delito, alega que fue el PPH.
Prefiero hablar de la noble labor que viene haciendo el
Foro Feminista. Es una entidad que agrupa a hombres y a mujeres de una sólida
formación académica, que abogan por la igualdad de género y se han detenido a
investigar las razones de los preocupantes feminicidios.
En ese movimiento feminista están Luis Vergés, Susi Pola,
Violeta, Mirna y Amparo, para solo mencionar a los que me escribieron para disentir respecto a un artículo que publiqué el pasado domingo, en
el que digo, entre otras cosas, que “Los hombres dominicanos se vuelven locos
cuando les pegan cuernos”. Posiblemente deducen justificación de violencia.
¡Jamás!
Tampoco procuré dañar la imagen de la mujer. Admito que
no soy experto en la materia y, si usé alguna idea desfavorable a la justa
causa que estos señores defienden, humildemente pido disculpa.
Y lo hago porque cualquier error en ese sentido amerita
ser enmendado. Mi conciencia aconseja apoyar la igualdad de género en las
leyes, pero también en la práctica, porque no justifico discriminación social
ni laboral, mucho menos agresiones físicas
Pese a que se trata de una historia de conductas
machistas, exhorto a ese movimiento a seguir sumando voluntades, en una tarea
que tomará tiempo y requiere el apoyo de instituciones y poderes
públicos, empezando por el gobierno, cuyos funcionarios están en otras cosas,
no en enfrentar los problemas de la mujer, particularmente los feminicidios.
Observo también individualismo en la sociedad. Hay gente
que para creer en los feminicidios tienen que matarle a una hija. Como
padre de cinco muchachas, me coloco en
el lugar de quienes han atravesado por esa tragedia. Hay que apoyar la noble
labor de los que luchan para que no se derrame sangre de nuestras mujeres.
Santo Domingo, R.D., jueves, 15 de noviembre de 2012.
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