Bonaparte Gautreaux Piñeyro
Cuando veo a mis nietos enviciados con un juego electrónico pienso en el trabajo de recopilación de nuestro folklore infantil realizado por Edna Garrido de Bogs , echado al olvido al olvido por influencia del Punto IV, ofensiva cultural norteamericana para América después de la Segunda Guerra Mundial. En las escuelas donde se enseñaban bailes, aires, juegos propios de la cultura norteamericana después de 1946 ó 47.
De lo que no se ocupaban era de la enseñanza del carabiné, la mangulina, el merengue típico. Tampoco se nos enseñó a bailar al ritmo de esos aires.
Suerte que mamá bailaba muy bien y me enseñó hasta el zapateo tradicional que trajeron los españoles de la conquista.
En la graduación del grupo con el cual estudié política en Costa Rica, sonó el tambor, la pareja, una joven tica, agarró el borde de su falda, gritó: punto guanacasteco y comenzó a zapatear hasta el centro del salón.
Nadie pensó que un isleño del Caribe le iba a seguir el paso a la joven, a perseguirla como el gallo persigue a la gallina, como los investigadores describen el baile.
Ese zapateo es un alegre juego entre la pareja que va delante y el hombre que la sigue en cada una de las vueltas y giros con que se acerca y se aleja, se aleja y gira y vuelve mientras los pies golpean el suelo al ritmo del atabal.
La superposición de las culturas también tiene que ver con el paso del tiempo, pero lo más importante para conservar la propia es practicarla, reivindicarla, historiarla, mantenerla viva.
Ilustración conjuntos tipicos dominicanos.
Innegablemente las prácticas culturales se trasiegan y son aceptadas, como el kipe o el tipile árabes, las cachapas venezolanas, los tacos mexicanos y otros alimentos que vienen acompañados de modos de prepararlos, música para acompañarlos y hasta deliciosos dulces, compotas y refrescos de preparación casera.
Sé que las culturas se invaden unas a otras ¿o acaso alguien desconoce que primero el merengue y ahora la bachata, se abrieron paso en el mundo?
Llegó el turno del merengue típico, el de güira, maraca, tambora y acordeón. Ese que a veces se tocaba con un tres (guitarra de tres cuerdas) interpretado por un experto digitador que manejaba con destreza tan difícil instrumento.
Fotos conocidas de José Mesón, Miguel Álvarez Fadul, Freddy Guerra, Enrique Belliar Sosa, Frank Grullón, torturados en las mazmorras de la Era de Trujillo.
Hoy en la escuela la inconciencia llega tan lejos que no se enseñan los horrores de la era de Trujillo y, para colmo, se ignora el último gesto, la última gesta del pueblo dominicano: la Guerra de Abril de 1965. ¿Debemos permitir que se imponga la política que persigue borrar la memoria?
Santo Domingo, R.D., sabado, 8 de mayo de 2010.
http://www.maisongautreaux.net/
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