miércoles, 5 de mayo de 2010

El Estado soy yo: ¡Leonel!




Juan Taveras Hernández



Desde 1966, el Estado ha sido fuerza determinante en las elecciones congresuales, municipales y presidenciales. Las denuncias de fraude se han producido en la mayoría de los procesos electorales.

El Partido Revolucionario Dominicano ha sido el más perjudicado desde 1966, cuando “perdió” de Joaquín Balaguer por más de 200 mil votos, con el país intervenido por las tropas estadounidenses que, junto a los reaccionarios criollos, impusieron el terror en todo el territorio nacional. El Partido de la Liberación Dominicana también fue víctima de las trampas y engaños electorales.

En el libro “Raíces de un poder usurpado, radiografía del proceso electoral dominicano de 1990”, el hoy presidente Leonel Fernández, hace un recuento de los procesos electorales desde 1966 hasta 1990, y donde acusa al doctor Balaguer de falsificar cédulas, comprar votos, reprimir a la población, encarcelar y torturar opositores, muchos de los cuales terminaron asesinados. “Para alcanzar su objetivo de llegar al poder –decía Leonel- el doctor Balaguer se valió de todos los métodos o toleró su empleo, como fueron falsificación de cédulas, la compra de votos, el sufragio de militares y muertos, el cambio de urnas y el entierro en los cementerios de votos que favorecían al PRD”.
¿Quién iba a sospechar que ese mismo hombre que escribió un libro contra el uso y abuso de los recursos del Estado, al llegar a la presidencia de la República utilizaría los mismos métodos? ¿Quién iba a suponer que ese partido fundado por Bosch, que sufrió un golpe de Estado, que fue víctima de “un fraude electoral colosal”, esté haciendo lo mismo desde el gobierno? ¿Quién iba a imaginar que el presidente Fernández superaría al doctor Balaguer “en el arte de “ganar” elecciones gastando miles y miles de millones de pesos corrompiendo, envileciendo y comprando gente como si fuera ganado? La realidad supera la imaginación. Tanto ha degenerado esa organización que internamente nadie cree en nadie. El discípulo de Balaguer se ha convertido en un experto en “ganar elecciones” con el uso y abuso de los recursos del Estado. Para derrotarlo es necesaria una campaña nacional e internacional denunciándolo, como lo hizo Peña Gómez con Balaguer. El PRD tiene que aplicar una línea de masas urgentemente.

Santo Domingo, R.D., miercoles, 5 de mayo de 2010

juanth04@hotmail.com

http://www.elnacional.com.do/opiniones/2010/5/5/47519/El-Estado-soy-yo-Leonel

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