Santo Domingo. (Atanay.Com).-Dima Rousseff, economista de 62 años de edad, del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), del Brasil, ha encabezado las noticias del mundo por su reciente elección a la presidencia de la República, y aunque será el primero de enero del año entrante cuando tomará posesión de su cargo, ya está orquestada contra ella una campaña mediática y por las redes sociales, tendente a desprestigiarla y a minimizar esta aplastante y singular victoria.
No es paja de coco que esta mujer haya sido electa con el 56% de los votos en un país de 192 millones de habitantes. Recordemos que Brasil es la séptima economía mundial y ocupa el quinto lugar en territorio en el mundo, después de Rusia, Canadá, China y EUA; con 8.5 millones de Km2; la mitad oriental del subcontinente suramericano, además de algunos grupos de pequeñas islas en el Océano Atlántico; limitando con todos los países de América del Sur, con excepción de Chile y Ecuador.
Pero dentro de esta extensa geografía, que amerita tres husos horarios en el país, Brasil posee además un tesoro largamente codiciado que es su selva amazónica, la cual cubre 3,6 millones de kms2 del territorio brasileño, y posee la mayor concentración de especies animales del mundo, así como una amplísima diversidad en su flora milenaria.
Cinco correos me han llegado con la ficha policial que le instrumentara la dictadura militar a Dima Rouseff, entre los años del 1967 al 1969, con este avieso comentario: “Algunos políticos latinoamericanos no tienen currículum vitae... tienen prontuario”, pero ¿conocerán los que alegremente reenvían este correo, la hoja de vida de esta mujer?
Y también me pregunto: ¿Dónde estaban los detractores de la hoy presidenta electa, cuando siendo una adolescente abandonó la comodidad de su hogar pequeño burgués y las aulas universitarias para enfrentar a las sucesivas dictaduras militares que, respondiendo a intereses locales y extranjeros, sumieron durante décadas a millones de brasileños en la más espantosa miseria y represión política?
Dilma es hija de Pedro Rousseff, un empresario y abogado búlgaro que tuvo que migrar de su país a Francia en 1929, por razones políticas, donde vivió hasta comienzos de la Segunda Guerra Mundial, cuando se trasladó a Argentina y finalmente a Brasil, donde casó con la brasileña Dilma Koimbra Silva.
Una biografía de esta mujer dice que: “Integró el movimiento de resistencia contra la dictadura brasileña de los años 60, actuando primero en la organización de izquierda “Política Operaria” y posteriormente en uno de los más importantes grupos guerrilleros de la época, “Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares”.
“Fue detenida en 1970, siendo condenada por un tribunal militar sin ningún tipo de garantías legales; estuvo presa durante 3 años, de 1970 a 1973, en los que fue torturada.”
“Al ser detenida se le llamó la “Juana de Arco de la guerrilla”, debido a su gran importancia dentro de la organización, siendo uno de los “cerebros” de ésta y contando con mucha información. En diciembre del 2006, la Comisión Especial de Reparación de la Oficina de Derechos Humanos del Estado de Río de Janeiro aprobó la solicitud de indemnización de Rousseff.” (Wikipedia)
Cabe señalar que Dima jugó un importante papel como jefa del Gabinete de Luis Inacio Lula da Silva quien al término de dos mandatos consecutivos, deja el cargo con un 80% de aprobación en una población donde ya la clase media supera a la de los pobres, pues Lula sacó a más 20 millones de brasileños de la pobreza en que vivían.
Fruto de las políticas públicas de Lula en las que Dima tuvo destacada participación, actualmente Brasil disfruta de “la mejor racha económica desde 1970”; su economía ha crecido de forma constante; la pobreza ha disminuido en un 25% y la crisis financiera global, prácticamente no se sintió en esa gran nación sudamericana, donde se informa que “recientes descubrimientos de petróleo prometen volver a la ya energéticamente autosuficiente Brasil, en uno de los exportadores de petróleo mas grandes del mundo”.
Con este panorama no es de extrañar que el saliente presidente la propusiera como candidata por su partido, para continuar y superar su trabajo y que el pueblo de Brasil la haya convertido, con su voto, en la primera mujer presidenta de su país.
Esta maravilla que es el Internet, nos trae “de todo como en botica”, pero toca a cada quien, de acuerdo a sus criterios, discernir acerca de lo que deberá asimilar, reenviar, o eliminar pura y simplemente.
Generalmente, lo que reenviamos es lo que nos parece adecuado, con lo que nos identificamos, lo que queremos denunciar y que sea conocido; y al reenviarlo, a veces hasta por puro desconocimiento nos convertimos en co responsables junto a los autores originarios de dicho mensaje, así como de las consecuencias que la difusión masiva del mismo pueda generar.
Creyendo como Sartre que “estamos condenados a la libertad”, me llegó a temprana edad el momento de adoptar posturas y de tomar decisiones políticas y personales en mi vida, y aunque esa vez no tenia, ni aún creo tener “la verdad absoluta”, opté por lo que me dictaron mi conciencia y la formación en valores, recibida tanto en el hogar como en la escuela.
Por propia experiencia, no doy crédito a expedientes manipulados, realizados por dictadores en épocas ojala ya superadas, y creo que en esta elección de Dima, donde está en juego el destino de 192 millones de seres humanos, Dios ha de tener un propósito. ¡Y yo, confiada, le dejo actuar!
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