Nicolás Mateo
Los funcionarios que activan a favor de una nueva repostulación del presidente Leonel Fernández no han logrado sumar a esos propósitos una sola figura respetable que no esté comprometida con el gobierno, y a lo interno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se tiene la convicción de que esto solo viable si todos los aspirantes declinan y le piden al mandatario que busque un nuevo período, lo que luce casi imposible.
En 6 años, se ha gastado miles de millones de pesos en comunicación, pero existe la percepción de que la corrupción arropa al gobierno. Con Leonel como candidato, el PLD no gana, según encuestas, pero sin él en los escenarios de campaña se dificulta el triunfo. Solo el manejo prudente del Ejecutivo posibilitaría al PLD seguir en el poder hasta el 2016.
Eso lo han entendido todos los precandidatos, incluso Danilo Medina, quien ha definido una estrategia de cero confrontación interna bajo la consigna de que busca ser candidato del todo el partido.
Los amagues reeleccionistas crean ruidos a lo interno, y es un tema que atenta contra la unidad y el triunfo del PLD.
A lo interno del PLD hay una corriente que se manifiesta a favor de un candidato de consenso, pero hay sectores enquistados en el Gobierno que no ven claro su futuro fuera del padrinazgo de Fernández.
Ese grupo, llamado de los 21, que parece no tener la credibilidad y la fuerza para actuar en nombre propio, está en la calle con el nombre de Leonel como escudo. Han intentado en vano convencerlo de que busque su repostulación, a fin de constituirse en frente y asumir un precandidato, quizás el vicepresidente Rafael Alburquerque.
Pero los números no les cuadran para enfrentar a Danilo Medina, a quien las mediciones le otorgan ventaja considerable sobre todos los otros aspirantes juntos. Lo que está por verse es si, en su afán de cerrarle el paso al que parece ser el candidato natural del PLD, esos funcionarios, que llevan 10 anos en el poder y están en su mayoría cuestionados por la opinión publica, son capaces de echarle jabón al sancocho para que nadie se lo coma.
Santo Domingo, R.D., jueves, 30 de diciembre de 2010.
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