Elsa Peña Nadal
En los veinte días que ya dura mi estada en Fort Lauderdale he presenciado por la televisión varios acontecimientos no muy comunes para mí, tales como la toma de posesión del nuevo Gobernador de la Florida, transmitida desde el capitolio estatal de Tallahassee, la capital del Estado, la cual vimos en pantalla dividida, pues buena parte del acto transcurría mientras pasaban una persecución policial-- !de película!-- por tierra y aire, de tres hombres que huían tras haber asaltado una sucursal del Bank of América.
Gracias a la transmisión con toma aérea, vimos el largo trayecto de la persecución por una amplia carretera y presenciamos cuando los tres atracadores salieron de la vía, abandonaron el auto y se dispersaron en diferentes direcciones. Dos de ellos entraron en un barrio residencial aunque la toma aérea se concentró en un solo hombre, el que, visiblemente nervioso, entraba en los patios de las residencias, las bordeaba una y otra vez, ocultándose bajo los árboles y aleros de los techos, poniéndose de nuevo a la vista del helicóptero y dando la impresión de andar en círculos.
Este hombre, de unos treinta y cinco años aproximadamente, de color negro y contextura robusta, llevaba la mano derecha oculta bajo su suéter y en principio creíamos que portaba una pistola pero el bulto resulto ser un paquete con los fardos de los dólares robados, los que soltó en algún lugar que no pudimos apreciar y que la policía localizó cuando finalmente rodeó el residencial, apresándolo junto al otro atracador. Ya antes los asaltantes habían tirado en la carretera un arma usada en el atraco al banco, en el que, se dijo, ultimaron a una persona.
Indudablemente, esta espectacular persecución con un impecable y exitoso resultado, desvió el interés de los televidentes que inicialmente estuvimos concentrados en el acto de juramentación de Rick Scott como gobernador de la Florida, quien prometió la creación de fuentes de trabajo, atacando las tres cosas que llamo “el eje del desempleo”: impuestos, regulación y políticas de litigación. Se informó que Scott, gobernador número 45 de la Florida, invirtió en su campaña 70 millones de dólares de su propio dinero.
Otra actividad que captó mi atención, fue el Desfile de las Rosas en Pasadena, el primer día del año nuevo, creado en 1890 para mostrar al resto del país lo agradable del clima en esta fecha en el Sur de California, desfile que ordinariamente es presenciado por más de 50 millones de televidentes en todo el país y por unas 700 mil personas que se dan cita a lo largo de las cinco y media millas que ocupa el desfile.
Esta actividad que inicia a las ocho de la mañana, es una manifestación de creatividad, organización y muestra de arraigo cultural en el que participan unas 45 carrozas y 14 bandas musicales, seleccionadas de diferentes partes del país, así como dos bandas internacionales. En la edición de este año participaron la Banda Los Delfines de Veracruz, México y la banda North Japan Honor Green, del Japón; cada una con unos 250 músicos y bailarines. Las carrozas, confeccionadas con flores y frutas son un verdadero derroche artístico.
Pero lo que más captó mi interés durante estos días, fue la noticia de la “lluvia” de unas tres mil aves muertas que sorprendió a los habitantes de Beebe, una pequeña comunidad de Arkansas y que ocurrió también en Louisiana aunque en menor cantidad. El misterioso hecho tuvo lugar durante los últimos minutos del año viejo, en la noche del 31 de diciembre recién pasado y afectó en su mayoría a las aves conocidas como Turpiales Sargentos (Agelaius Phoeniceus), ave norteamericana similar a los Tordos europeos.
Los ornitólogos a cargo de la investigación, descartaron el envenenamiento alegando que las aves tenían vacíos sus estómagos, dando además el dato de que no murieron por el impacto ya que estaban muertas al caer. Se refirieron a la fragilidad de este tipo de aves, las que viajan en bandadas muy compactas, resaltando que esa noche y durante toda la semana hubo muchas tormentas eléctricas, lo que fortalece la teoría de que hayan sido presas del miedo y el estrés, ocurriendo una colisión masiva en el aire fruto de un vuelo errático que las hiciera chocar, no solo entre ellas, sino también contra árboles y edificios
Otras teorías no oficiales que se manejan en las informaciones del hecho, sugieren la posibilidad de una severa granizada; la detonación masiva de fuegos artificiales por la ocasión de la llegada del nuevo año, y hasta no faltó quien hablara de esto como algo apocalíptico, como señales de la proximidad del fin del mundo, lo que asocian a la muerte de decenas de miles de peces ocurrida también en Arkansas, a unos 160 Km. de Beebe. Sin embargo, funcionarios de la Comisión de Caza y Pesca de Arkansas rechazan que estos dos episodios de muerte de aves y peces estén relacionados. (En algunos blogs llegan más lejos al hablar de bioterrorismo).
Cabe destacar que noticias más recientes informan de muertes de peces también en Nueva Jersey y Nueva York, así como en Brasil y Suecia donde han perecido una gran cantidad de aves, peces y cangrejos y se especula que murieron por hipotermia debido al cambio drástico en las temperaturas. En la frontera entre Haití y nuestro país, vienen ocurriendo muertes masivas de peces sin que se haya dado ninguna respuesta oficial satisfactoria acerca de ellas.
También he tenido en estos días, como en ocasiones anteriores, la oportunidad de ver las calles y avenidas tan limpias, iluminadas y debidamente señalizadas; la organización del tránsito y la cortesía de los conductores; los hermosos y bien cuidados jardines públicos y privados; el silencio imperante y la paz que proporcionan el orden, la seguridad y la limpieza, que me llevan a hacer comparaciones inevitables y a preguntarme, por qué los dominicanos no podemos disfrutar de todo esto.
Ver ese impecable operativo policial que involucró a tres asaltantes de un banco, que asesinaron a una persona y fueron apresados sin necesidad de disparar un solo tiro, únicamente haciendo uso de la tecnología y la profesionalización, me lleva a las comparaciones con las prácticas cotidianas de mi país donde ya es un cliché lo del intercambio de disparos para pretender justificar los ya rutinarios asesinatos a mansalva.
Y hasta la capacidad organizativa, el entusiasmo y la integración de la colectividad, demostrados tanto en el Desfile de las Rosas como en el acto de la toma de posesión del nuevo gobernador, quien exhibe su preparación intelectual y su trayectoria política, así como sus propuestas y planes de gobierno, aunque no sean garantías de cumplimiento, también me llevan a las comparaciones, aflorando el recuerdo de las escenas circenses a que nos tiene acostumbrados la mayoría de nuestros políticos y legisladores.
Pero también pienso en la desesperanza, desaliento y apatía de muchos de nuestros ciudadanos, factores determinantes para el aceleramiento del deterioro social y moral de nuestra nación. Y aunque me sigo declarando masoquista y a la vez idealista por querer continuar viviendo en mi país, no puedo dejar de hacer estas y otras dolorosas comparaciones.
!Qué bueno sería que a la calidez, la alegría y la hospitalidad que caracterizan a los dominicanos, les pudiésemos agregar el disfrute de una vida con dignidad y calidad, basada en el desarrollo y la justicia social a que todos y todas aspiramos y merecemos. ! En este año 2011, decretemos, apostemos y trabajemos para que así sea!
Santo Domingo, R.D., domingo, 09 de enero de 2011.
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