Margarito De León
A diferencia del compañero Yasir Mateo Candelier, yo no apoye a Hipólito Mejía en la convención que lo eligió Candidato Presidencial para las elecciones del año 2000, militaba en otro proyecto, pero fui testigo de algo que marco para siempre mi respeto y admiración por el compañero Hipólito Mejía. Integro a todo el liderazgo de nuestro Partido a su alrededor, logrando La anhelada unidad Monolítica que permitió que el PRD volviera al Poder después de una larga espera en la oposición.
Su hablar franco, abierto y llano, igual que como hablamos la mayoría de los Dominicanos en privado y algunos en público, en su momento cautivo a la gran mayoría de los Dominicanos, ciertamente, también hubo excesos, palabras fuera de contextos que se convirtieron en su talón de Aquiles y que fueron utilizadas por nuestros enemigos, Simuladores y farsantes para descalificarlo. El propio Hipólito lo ha admitido y hoy lo vemos más cauto al hablar menos espontaneo aunque sigue siendo el compañero sincero de siempre, que le llama al pan, pan y al vino, vino.
Yasir Mateo Candelier.
Prefiero a Hipólito abierto y Franco, original en sus acciones, que no trata de asemejarse a otros, que no adopta poses para complacer y engañar, que actúa con originalidad en su conducta y su proceder político. Nunca lo he llamado Líder y el tampoco lo ha sugerido, respetuoso como ha sido de José Francisco, siempre lo menciona y no ha tratado de borrar de la memoria de los perredeístas quien fue el excepcional líder de nuestro Partido.
Yo respaldo a Hipólito, porque se gano mi respeto y mi confianza, demostró ser respetuoso de todos los dirigentes de nuestro Partido, conformando un gabinete cuasi similar a la Comisión Política del mismo, Sus dos primeros años de gobierno, sirvieron de orgullo para todos los perredeístas, permitiéndonos ganar abrumadoramente el Senado, la Cámara de Diputados y los Ayuntamientos. Y de no ser por la quiebra Bancaria Nacional y el Funesto ataque terrorista que tambaleo las economías del mundo, podría asegurar que hubiese sido no solo uno de los mejores gobierno de nuestro país, sino el Mejor.
No fui funcionario, ni empleado en ese Gobierno y quizás tampoco lo sea en el próximo ,de lo que si estoy seguro compañero Yasir Mateo Candelier, es que las aspiraciones de Hipólito Mejía, no son las de ser Líder, no son las de borrar la imagen e historia de Peña Gómez, sus aspiraciones van dirigidas a instalar a los perredeístas de nuevo en el palacio nacional y por ser este un hombre sin rencores, es probable que usted sea nombrado en una posición de su agrado primero que muchos de los que han sido fieles seguidores de este.
El camino hacia la unidad esta trazado, Con Luis Abinader y seguimos esperando a Miguel, abrazos.
Coincido contigo ¡Hipólito no es nuestro líder, es nuestro candidato!
Santo Domingo, R.D., lunes, 10 de enero de 2011.
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