Venecia Joaquín
Algunos haitianos residentes en el país dicen que sus compueblanos prefieren que sea reelegido Leonel Fernández como Presidente de la Republica. ¿Por qué? les pregunte. “En cierto sentido nos ayuda mucho. Necesitamos otro escenario para sobrevivir. Haití esta lleno de calamidades, hambre, miseria, enfermedades. La ayuda internacional no se ve. La única esperanza es RD. Que el gobierno mantenga semi abierta la puerta. Por su apoyo han sobrevivido miles de familias que han podido establecerse en este país. Otro gobernante puede poner obstáculos. No podemos correr riesgos. Nos interesa seguir descongestionando Haití”.
Leonel y Preval.
Como cristiana los entendí. Sin embargo, me preocupe. Somos dos naciones, soberanas, con cultura y estilos de vida diferentes. Con recursos limitados. La solución no es unificar la isla ni cargar una con los problemas de la otra. Tampoco compartir miserias. Algunos líderes lo han entendido así. De ahí que Trujillo, por ejemplo, fue intransigente y hasta despiadado al frenar la migración ilegal. Balaguer la mantuvo controlada. Para evitar confusiones, radicalizaron sus posiciones. Nunca visitaron Haití. Con exceso de celo, cuidaron la soberanía nacional. Nadie se atrevió ni siquiera a sugerirle lo que debían hacer.
Es inexplicable la flexibilidad del actual gobierno. Permite la entrada de miles de haitianos ilegales, creando problemas en los servicios de salud, vivienda, empleos, desarrollo y seguridad. Desestabiliza la nación. Hay quienes dicen que obedece a motivos políticos. Otros humanitarios. Algunos aseguran que es la necesidad de mano de obra en el sector agropecuario y construcción. Otros hablan de incapacidad, falta de coraje y hasta conveniencia de las autoridades en la frontera.
La situación es compleja. ¿Predominan razones políticas? ¿Conviene a alguien agudizar la crisis haitiana? ¿Se pueden manipular para buscar posición internacional o nacional?. Me resisto a creer que la idea sea demostrar generosidad ante el mundo o simplemente facilitar la entrada y darle cedula a cambio de su voto en elecciones. ¿Quién asegura que no entran en el padrón electoral?. Ponen en peligro la soberanía. Pero si yo fuera haitiana, pusiera en un altar con vela encendida al Presidente que lo permite, a fin de que lo reelijan. A los haitianos les conviene.
Todos sabemos que la solución no esta en repatriarlos con mucha publicidad. Se necesitan normas y medidas bien definidas para evitar la entrada de indocumentados. Lamentablemente el afán de poder y dinero ciega. Esgrimen todas las armas. Dar cedulas a los haitianos puede ser una de ella. Hay dominicanos a quienes le dan una tarjetita de 500 pesos mensuales y comprometen su voto.¿ Que no haría un haitiano por quien le permite ingresar ilegalmente y luego le facilita una cedula ?
El Presidente Preval y los candidatos a la presidencia de Haití han estado reuniéndose con el Presidente Fernández. ¿Agradecen la migración? ¿Buscan apoyarse en sus aspiraciones? ¿Negocian?
En los últimos años ha sido alarmante el crecimiento de la población haitiana en el territorio nacional. Prácticamente una invasión. Llama la atención la falta de control en la frontera, la mirada indiferente, las tímidas acciones de las autoridades y el afán de darle la documentación adecuada. Como diría mi tío, “cualquiera se pone chivo”.
Santo Domingo, R.D., sábado, 19 de febrero de 2011.
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