Ahora mismo, es una cuestión de "timing".
El nombre nunca respondió a su propia verdad, pues nunca fue bloque y mucho menos progresista. Cada cual se la buscaba por su lado y siempre se colocaron a la derecha del PLD.
Se podría pensar en Miguelón o en Guayubín, pero hace mucho que aprendieron a nadar con todo y ropa y se afiliaron a la corriente de El Gordo Oviedo, de una izquierda que piensa con el estómago.
El Bloque Progresista se encuentra actualmente en un trance difícil: necesita sobrevivir sin saber cómo, y el problema no es congeniar con éste o con el otro, pues los piratas se van en cualquier barco.
Ni siquiera dar el salto, sino cuándo. Lo que llaman el timing.
Por ejemplo, el BIS apoyaría al vicepresidente Alburquerque si fuera el candidato del PLD, pero ¿y si fuera Danilo? Los reformistas dicen que lo de ellos es con Leonel ¿y si el Presidente no va?
Y qué no decir de la Fuerza, que se zapateó hace rato, y a Pelegrín se le ve tan contento en su cohete de pan, que cuando el papá quiera llamarlo al orden, será tarde.
Si en el PRD garantizan que los del Bloque jugarían regular, se le llena el play.
Santo Domingo, R.D., martes, 15 de febrero de 2011.
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