Mi voz escrita//
JORGE HERRERA
La socorrida máxima: “Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”, deja una enseñanza tan cierta que a través del tiempo adquiere más vigencia. ¿Quién se atrevería a decir que alguna vez no ha perdido algo o alguien que hoy daría lo que no tiene por volver a poseer? Sólo un irracional o la personificación de la insensibilidad, sería capaz de una mentira semejante.
Traigo esto a colación a propósito de un viaje que tuve que realizar casi de urgencia a Puerto Rico. Los abusivos precios que me ofertaron las aerolíneas tradicionales, por demás extranjeras, por poco me causan un ataque de histerismo. De inmediato me remonté a los años setenta; época brillante de la aeronavegación criolla.
Recordé con nostalgia la línea aérea estatal y la privada, Aerovías Quisqueyanas, que implementara el visionario Rafael Espada Cintrón, quien además de ser excelente deportista; selección nacional de los equipos de béisbol y baloncesto en los cincuenta, tiene la virtuosa impronta del verdadero amigo que, aún hoy, adorna su personalidad.
Como cosa de Dios, me encontré con el fraterno Raffy Cruz, y me enteró de que Rafael Espada, su hija Mirtha Altagracia, su nieta Michelle y asociados, están operando a PAWA, Pan American World Airways Dominicana en la ruta Santo Domingo-San Juan y Aguadilla; que es sumamente económica, y que en poco tiempo volarán a Miami, también a precios asequibles.
Ante las albricias, me apersoné a las oficinas de PAWA, y resultó una certera decisión. La travesía se realiza en horarios cómodos y en modernas aeronaves Jetstream con capacidad para diecinueve pasajeros, lo que hace del viaje, una experiencia barata, confortable y divertida.
Sería lamentable que por falta de apoyo a lo nuestro, esfuerzos como este nuevo de Rafael Espada para dotar al país de transporte aéreo propio, se hundan en la fosa mítica de un guacanagarixismo que sólo ha servido para desacreditar la bravía estirpe de uno de los aborígenes más inteligentes de La Hispaniola.
Santo Domingo, R.D., viernes, 15 de julio de 2011.
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