Mi voz escrita//
JORGE HERRERA
Hasta que el legislador tipifique en el Código Penal de la República Dominicana que la mentira, cuando es intencional y daña, es un delito correccional, y lo penalice con multa o prisión, o ambas a la vez, según sean las eventuales agravantes, este desgraciado país seguirá padeciendo el castigo moral que le infligen con sus falacias los “políticos profesionales” y algunos insolentes funcionarios.
No me refiero al perjurio. Es figura jurídica ya inexistente en el Código Penal francés, pero aún reprende el falso juramento ante la justicia. Ni a la transgresión que, sin embargo, condena el derecho anglosajón casi con la misma drasticidad que le reserva al delito federal de evadir el pago de los impuestos a la Unión. Algo legal y justo.
Tampoco a la Orden Ejecutiva 202 de 1918 (léase Ley) modificada en ocasión del centenario de la adopción de los códigos franceses por el artículo 361, párrafo I, de la séptima sección del Código Penal vigente desde el 20 de agosto de 1984 que, sin razón aparente, llama al perjurio Falso Testimonio solo en el encabezado.
Sisifo, en la mitologia griega se lo identifica como promotor de la navegación y el comercio, pero también como avaro y mentiroso.
A lo que sugiero que se aboquen los encopetados del mal llamado Primer Poder del Estado, es a conceptuar la mentira, por blanca o piadosa que se la pretenda, cuando se la esconde detrás de un sofisma o de un eufemismo, o con la ironía de una sonrisa, como una impudicia que, adrede, procura desacreditar el buen nombre de un periodista en el cumplimiento de su miniterio.
El afán de sectores conservadores de desconocer a la Prensa la condición de Cuarto Poder del Estado, es inocultable. Por tal razón, se me ocurre que, en nombre de la “mentada democracia” y del denigrante concepto que de los periodistas les legó al PLD Juan Bosch, en tanto los tildó de “enemigos número uno de la humanidad”, lo más aconsejable es que se legisle en favor de la verdad.
No creo que sea mucho pedir, pero como “la perversidad es tan perversa”, a lo mejor, sí…
Santo Domingo, R.D., viernes, 26 de agosto de 2011.
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