NARCISO ISA CONDE
El camino hacia la democracia real (participativa e integral) pasa inexorablemente por la democracia de calle, que equivale a pueblo movilizado, creando contrapoder o poder paralelo y asumiendo reclamos incómodos para el sistema.
Solo si esa democracia de calle estremece el escenario electoral podría expresarse en su seno una nueva acumulación de votos alternativos que apunten a enterrar al PRSC y a erosionar en nivel apreciable la bipolarización PRD-PLD. Eso cara al 2012 y –sobretodo- más allá.
En relación con los próximos comicios no se vislumbra la posibilidad de impedir el circulo vicioso a favor del PLD o del PRD, porque el dominio de ambos sobre un sistema electoral antidemocrático, clientelita, excluyente, corrompido… todavía les permite alternarse en el gobierno; salvo que una explosión social los desbordes o que la democracia de calle, que implica movilización socio-político mas allá de lo simplemente reivindicativo y de lo unilateralmente electoralista, los acorrale.
Esa línea de acción integral implica impugnar la destructiva acumulación neoliberal vía privatizaciones, libre comercio, endeudamiento externo, sobre-explotación…; y confrontar además la corrupta dinámica de acumulación originaria de capital a favor de la partidocracia, la oligarquía, las corporaciones y las mafias de todo tipo. Una dinámica ferozmente empobrecedora de las mayorías y de su entorno natural.
De ahí nuestras reservas con la decisión de poner la lucha del 4 por ciento para la educación –y cualquier otra demanda justa- en la fatua pasarela de las candidaturas presidenciales, donde rebrotan las simulaciones, se equiparan “mansos y cimarrones”, y se disuelven las responsabilidades respecto al desastre nacional en materia educativa y en otras vertientes claves o vitales. Todo indica que las agencias y ONGs que financian esas iniciativas halan cada vez más desde la derecha.
Iguales reservas expresamos frente a la decisión de reducir a 10 minutitos evaporables la próxima paralización del país, después de la exitosa huelga general de un día; y frente a la “cancha” que le están dando al PRD y a sus “frentes de masas” ciertos espacios sociales de origen contestatario.
Esto indica que la brega entre el simulacro alternativo y la alternativa real habrá de intensificarse alrededor del predominio o no de lo confrontativo o de lo “funcional al sistema” en lo que respecta al carácter de las demandas y de las movilizaciones que se asuman y se emprendan en esta etapa de crisis mayor del sistema.
Santo Domingo, R.D., domingo, 11 de septiembre de 2011.
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