José Antonio Torres
Al igual que otros dominicanos, aspiro a que, al término del año que recién inicia, podamos disfrutar de los espacios públicos, aceras y parques, sacando de allí a los grupos de vándalos que los usan para terminales de rutas del transporte público.
También sería bueno que el 2012 se convierta en año de disciplina y orden en materia de tránsito, terminando con los privilegios de los grupos organizados. Quizás usted no sepa que los agentes de Amet no molestan a los choferes organizados en sindicatos. Miedo o respeto, eso no lo sé.
Ojalá que este año la Dirección Nacional de Control de Drogas, DNCD, deje para siempre la práctica de enviar notas a los medios de comunicación presentando acusados de la posesión de drogas, que luego la misma entidad dice que no se trataba de drogas. En algunos países, los agentes antidrogas tienden a cambiar la cocaína incautada por azúcar de leche, leche en polvo, talco o harina.
Sería bueno para los dominicanos de clase media, que se implementen políticas económicas que permitan reducir la amplia brecha entre ricos y pobres. Sí, reconozco que estoy soñando.
Una buena noticia para los consumidores sería que el Ministerio de Industria y Comercio decida actuar con honestidad en el 2012, fijando los precios de los combustibles atendiendo al valor real del petróleo en los mercados internacionales.
Ojalá que al término de este año podamos decir a los más de dos millones de estudiantes del sector público: ¡Feliz 4%! Y que terminen las penurias de familias pobres que tienen que depender de la caridad para tratar enfermedades de parientes que el sistema de salud pública no asume.
No estaría mal si el agua potable pudiera llegar en cantidad y calidad a todos los hogares. Tampoco estaría mal si el Gobierno pudiera reducir en el 2012 los casi tres mil millones de pesos que dejó de perdida la primera línea del Metro de Santo Domingo en el 2011.
Ojalá que este año el presidente Hugo Chávez recupere la salud, esto, por el bien de América Latina.
Santo Domingo, R.D., martes, 03 de enero de 2012.
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