miércoles, 11 de enero de 2012

Esos ajustes nadie los despinta


Julio Cury 

El gasto público de los últimos años ha excedido los recursos disponibles, generando déficits que se han cubierto con préstamos. En la medida que el pasivo ha ido creciendo, una mayor proporción de los ingresos tributarios se ha comprometido para cumplir con el servicio de la deuda, a tal punto que en la actualidad se destinan 49 centavos de cada peso que se recauda.

Grecia, España, Italia y otros países de la eurozona, están afrontado crisis relacionadas con el excesivo financiamiento. Además de aumentar la presión fiscal para obtener los recursos que les permitan pagar sus deudas, los ajustes incluyen tijerazos al gasto, reducciones de sueldos de funcionarios vía complementos y disminución de nóminas. Hay economistas que aseguran que vamos derechito hacia el mismo destino, pues en los últimos años nuestra economía se ha caracterizado por el despilfarro y la ineficiencia de la inversión pública, en tanto que la deuda ha pasado de 6 mil a 22 mil millones de dólares, sin que esta administración haya aceptado disciplinarse, como también se negaron Papandreu y Berlusconi. 

No estamos lejos de que las recaudaciones resulten insuficientes para pagar nuestros compromisos financieros, por lo que las medidas de austeridad serán inevitables. Habrá que recortar el gasto, disminuir la política asistencialista, revisar las exageradas pensiones que paga el Estado y, por supuesto, aumentar los impuestos al consumo, al patrimonio, a la vivienda, y sabe Dios qué actividades actualmente exentas terminen siendo gravadas también. Aunque insistan en negarlo, esos ajustes no los despinta nadie. ¿Un consejo? Recorte este artículo y guárdelo. Ya llegará el momento de releerlo y confirmar una profecía a corto plazo.

Santo Domingo, R.D., miércoles, 11 de enero de 2012.

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