ESTO PIENSO, ESTO
CREO
Rafael R. Ramírez
Ferreira
Porque… “He sido un hombre afortunado en la vida; nada me fue fácil”
No me gustó desde un principio y más ahora que se ha
demostrado que los agravantes son más que los mitigantes, en el asunto ese de
ejecutar programas para crear más miseriosos. He considerado y considero, que
la finalidad inicial del incremento descontrolado, no fue sacar a nadie de la
pobreza ni mucho menos.
Estos “programas”
fueron exageradamente incrementados, producto de un bien elaborado plan
político para crear “liderazgos” en base a la cada día más creciente tropa de
miseriosos, del vulgo que se acostumbra al “dao”, a vivir mendigando, a
solicitar favores a políticos sin importarles un bledo si son o no tomados como
carne de cañón por estos señores, hacedores de ilusiones y manipuladores de
estadísticas.
En verdad, a estos
señores no les interesa que salgan o no de la pobreza, por el contrario, aúpan
día a día la miseria, incrementando sin control la membrecía de la misma.
Mientras más brutos, analfabetos y pobres, mucho mejor para sus propósitos.
Sería interesante en estos momentos conocer cuantas familias han salido de la
miseria con estos “programas” y a qué costo.
Eso por una parte,
porque por otro lado este esquema de beneficencia, por igual incide en la
seguridad ciudadana, donde tanto los pobres como los muertos, son contados con
tal alegría por estos señores que al parecer lo llevan a un clímax sexual
aberrante.
Es penoso que cada
día aumente la cifra de ciudadanos perdidos, tanto por la muerte como por la
pobreza, mientras se manipulan cifras a diestra y siniestra con fines puramente
políticos. Mientras tanto, vivimos ahogados por el rugir de los teóricos
disfuncionales que prosiguen cometiendo los mismos errores y caminan en
círculos en el mismo lodazal, como hacen las personas cuando están perdidas en
un lugar.
Nos abruman con
sus “estadísticas” y quizás por esto nos llamó la atención una frase de
VinScully aparecida en un artículo de un prestigioso periódico nacional que
rezaba: “La estadística debe usarse exactamente como un borracho usa un farol,
como fuente de apoyo, no de iluminación”.
Nos quieren
manipular hasta el bien pensar. Nos presentan las cada vez más crecientes
cifras sobre las personas que ingresan a la “caridad” como un triunfo, como un
avance, cuando a la sazón es todo lo contrario. Eso por una parte, por la otra
¿cuántas fuentes de trabajo se hubiese creado con el dinero del estado
“gastado” hasta el momento, en esa política barata, abusiva y vergonzante?
¿cuántas familias tuviesen hoy un trabajo digno, seguro y productivo? En el
aire se quedan las preguntas porque nadie va a responder.
Pero, no hay que
llorar, porque y muy a pesar de los compromisos políticos que lo atan, ya hasta
el Señor Presidente admitió el fracaso de este “dar y regalar” sin producir,
cuando dijo que “este enfoque ha conllevado a la implementación de políticas
sociales limitadas a la asignación o transferencia de recursos, que elevan
temporalmente los ingresos de las familias, sacrificando probabilidades de
desarrollar sistemas de servicios públicos más efectivos…”
Pero, insisto, al
parecer hay que continuar el circo y cada quien contribuir con lo que sea para
que estos “programas” sean ampliados a su máxima expresión y ahora que comienza
la pelota, hay que “solidarizarse” con los solidarios y regalar a manos llenas,
entradas a los estadios a todos los miembros de los “programas”. ¡Si señor!
Santo Domingo, R.D., sábado, 20 de octubre de 2012.
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