domingo, 14 de noviembre de 2010

Museo de la dictadura de Trujillo: una reflexión



Venecia Joaquín

Esta en debate si permiten o no un museo sobre la Era  de Trujillo. Siempre escucharemos hablar de Rafael Leonidas Trujillo. Es parte muy importante de nuestra historia. Gobernó la nación durante más de 30 años (1930-1961). Implanto una dictadura tan férrea,  que fue preciso eliminarlo físicamente para poder  buscar la democracia.

Muchos dominicanos, especialmente jóvenes, necesitan información sobre esta etapa. Preguntan si era cierto que en su mandato no habían delincuentes,  vagos, ladrones y  se podía dormir con las puertas abiertas. Ignoran que el temor estaba concentrado en los Trujillo y sus secuaces. Saben que estableció infraestructura, escuelas, hospitales, aeródromos, bancos como el de Reservas, puentes, bibliotecas, entre otros.  Creo la Sinfónica nacional y RTVD.

 Pago la deuda externa. Arropo su régimen con intelectuales brillantes en el gabinete y puso lo mejor en relaciones exteriores. Sabía hacer mega proyectos, como la feria de la paz y darle pan y circo a la población para desviarla de los males del régimen.

Rafael L. Trujillo Molina. 


Muchos  han visto sus fotos y le ha impresionado su rostro firme, elegantemente vestido con  bandas y medallas, en familia, con los nietos, montando a caballo, compartiendo con  amigos. Poco saben lo que significaba tener  en los hogares la frase “En esta casa Trujillo es el jefe”. Desconocen la magnitud de los asesinatos, torturas y muertes, al gobernar con mano dura. Arremetía contra los que esgrimían ideas contrarias a la suya y la prensa justificaba sus acciones.  Los que callaban o actuaban conforme a sus directrices, no tenían problemas.

Hay opiniones diversas y dignas de tomarse en cuenta  al juzgar su régimen. Por  esos motivos, seria interesante   un lugar donde se exhiban hechos, detalles, que hablen de su forma de  gobernar. Donde el público, aprecie las herramientas que utilizo para callar voces, doblegar resistencia   y dominar el pueblo. Donde se exhiban, las sillas eléctricas, “cepillitos de los calieses”, fotos de torturados, etc..y  salgan aquellas cosas que ni siquiera fueron vistas por los que vivieron  esa etapa.

 FotografíasFotografias de unos pocos de los miles de torturados, muertos y desaparecidos durante la Era de Trujillo. 

No importa que el Museo se haga en San Cristóbal, la cuarenta  o donde sea. No hay nada a que temer. Quizás proceda ponerlo en el Museo Nacional de Historia, penosamente cerrado desde hace seis años. La idea es no imitar  a Trujillo, impidiendo tener acceso a informaciones que amplíen  la visión de la historia y un juicio objetivo para juzgarla. Eso solo  conviene a pichones de dictadores.

 Este Museo ayudaría a tomar conciencia del valioso aporte de los combatientes de Trujillo. Es mas, deberíamos tener museos que  hablen, por ejemplo,  de la Era de Trujillo, de las Hermanas Mirabal, de los héroes del 30 de mayo. Es decir, tener en apretada síntesis, rasgos de la tiranía, sus  victimas y  los libertadores. Nos ayudarían a detectar los aires de la dictadura elegante, moderna y globalizada de los nuevos tiempos.

La que calla la prensa, comprándola. La que tortura la mayoría desempleada e impotente, con dadivas. La que debido a la inseguridad ciudadana, facilita  el trabajo de  los delincuentes para matar y robar, mientras los cuellos blancos, cual Trujillo,  desfalcan  la nación.

Santo Domingo, R.D., domingo, 14 de noviembre de 2010

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