miércoles, 29 de diciembre de 2010

Año Nuevo


 Pedro P. Yermenos Forastieri

(1-2)

Un año que se inicia es un espejo gigante. Es imposible pasar por su entorno y no sentirse reflejado. Una época especial. Resulta difícil encontrar una persona que pueda alegar que no percibe algún nivel de influencia en su vida, en una u otra dirección, de las características que tiene este período. El efecto puede variar en función de la estructura ideológica de cada quien o de sus circunstancias particulares, pero lo cierto es que no pasa desapercibido. Propicia reflexión, tanto para evaluar el ciclo que termina, como para proyectar ilusiones respecto al que se avecina.

 Pocas cosas en el mundo han generado mayor consenso, como el que se ha creado en torno a que el 2010 fue un año fatídico y hay mucha aprehensión en cuanto a las expectativas para el 2011. Eso, de forma inevitable, repercute en las individualidades, sin importar la condición social o económica. Por altas que sean nuestras murallas, es una quimera pretender ser indiferentes al pánico que procede del exterior. En nuestro caso particular, adicionamos que se trata de un año preelectoral.

 La armonía que se necesita es la que genera, sin forces, una vinculación efectiva entre las legítimas aspiraciones personales y los irrenunciables compromisos que, como entes sociales, debemos asumir. Uno de los grandes males de la sociedad dominicana es que se ha convertido en un conglomerado de individuos, sin espíritu de cuerpo. Cada quien, en una búsqueda frenética por resolver sus problemas exclusivos, al margen de las taras colectivas que, más temprano que tarde, de continuarse así, impedirán nuestras propias soluciones.

El “sálvese quien pueda” no alcanza para todos.

 La meta más elevada debe ser la construcción de un  proyecto de nación que tenga a la gente como el centro de sus objetivos, no como el soporte utilitario para la concretización de ambiciones desmedidas. Que focalice al ser humano como sujeto de políticas públicas bien estructuradas, no como objeto de manipulación grosera de propósitos politiqueros de hegemonización del poder.

Santo Domingo, R.D., martes, 28 de diciembre de 2010.

http://www.elnacional.com.do/opiniones/2010/12/28/70506/Ano-Nuevo

No hay comentarios:

Translate